Tarea 2 - ¿Consigue España cumplir los objetivos que marca la UE en educación?

 

Muy buenas a todos, hoy vamos a hablar sobre una cuestión que es objeto de frecuente debate dentro del mundo de la educación en nuestro país: ¿Consigue España cumplir los objetivos que marca la Unión Europea en materia de educación? Para ello debemos ver primero qué propuso el Eurogrupo, lo cual se recoge en la estrategia Europa 2020. La intención de la Unión Europea fue, en un plazo de una década (2010-2020), poder subsanar los efectos de la crisis que no solo afectó al plano económico sino también a la educación. En este último ámbito se marcaron claramente dos objetivos: se debe reducir el abandono escolar a menos del 10% del alumnado y el 40% de la población con edades comprendidas entre los 30 y los 40 años deben haber finaliz
ado algún tipo de estudios superiores. Para lograr esto, se iniciaría unas iniciativas para que los países miembros las siguieran y se pudiera obtener un resultado homogéneo y satisfactorio. La UE instó a los países en seguir unas líneas a favor de la innovación, la economía digital, el empleo, la juventud, la política industrial, la lucha contra la pobreza y el uso eficiente de los recursos.

España presenta un panorama educativo muy desalentador. Según los baremos en los que se mide la calidad del sistema educativo, se encuentra a la cola de la UE, en la que sólo supera a Portugal y a Malta. Cuenta con una tasa de abandono escolar del 30%, muy superior al objetivo planteado para el 2020 del 10% y todavía muy por encima del 15% que marca la media europea. La UE marcaba como otro de sus objetivos para 2020 que el 85% de los jóvenes finalizaran la Educación Secundaria no Obligatoria. En nuestro país esa cifra aún resulta lejana: sólo la finalizan un 61% de los jóvenes españoles. Sin embargo, España ha logrado cosechar un dato positivo en los últimos años, ya que han aumentado en un 15% el número de titulados en el ámbito científico (matemáticas, ciencias y tecnología).

La UE presenta entre sus prioridades que el crecimiento sea inteligente, sostenible e integrador y para ello una de las acciones propuestas es la de la “Juventud en Movimiento”, que pretende aumentar los resultados positivos en los sistemas educativos y hacer que la incorporación de los jóvenes al mercado laboral sea más efectiva. Con ello se pretende que al aumentar el nivel educativo aumente el empleo y, en consecuencia, disminuya la pobreza.

Para hacer frente a estos retos, el Ministerio de Educación planteó también sus objetivos para la década 2010-2020 que consistían en:

  • El éxito educativo de todos los estudiantes.
  • Equidad y excelencia. La evaluación como factor para mejorar la calidad de la educación.
  • Flexibilidad del sistema educativo y estudios postobligatorios.
  • Educación a lo largo de la vida.
  • La Formación Profesional como instrumento clave para avanzar hacia un nuevo modelo de crecimiento económico.
  • Nuevas formas de enseñar y aprender: El papel de las TIC.
  • Plurilingüismo. Impulso al aprendizaje de idiomas.
  • La Educación como bien de interés público y derecho de toda la sociedad.
  • Modernización e Internacionalización de las Universidades. Formación, investigación, transferencia del conocimiento y responsabilidad social.
  • Dimensión social de la educación: Becas y Ayudas al estudio.
  • Convivencia y educación en valores: Implicación de la familia, del profesorado y de la sociedad.
  • Profesorado: Reconocimiento profesional y social del docente.
  • Educación inclusiva, diversidad e interculturalidad: derecho a la diferencia sin diferencia de derechos.

Pese a las buenas intenciones de estas propuestas y su correspondencia con lo requerido por parte de la Unión Europea, en mi opinión muchas de ellas no se han cumplido por una falta de acción consensuada. En España es ya tradicional que el cambio de signo político del Gobierno traiga consigo una nueva propuesta de ley de educación, lo que ha provocado que desde el año 1985 hasta ahora haya habido cuatro diferentes: la LODE (1985), la LOGSE (1990), la LOE (2006) y la LOMCE (2013). Pese a las peticiones de la UE, la falta de colaboración entre los partidos políticos españoles sólo ha entorpecido los posibles acuerdos que se podrían haber logrado. Es por ello que yo pienso que sería beneficioso un Pacto de Estado de educación a fin de comprometerse a seguir una línea común sin importar el signo político en los próximos años.


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