Tarea 9 - Recreación ficticia de un instituto

 

¡Buenos días! En esta ocasión voy a dedicar un pequeño espacio a comentar algunas impresiones que dejó el otro día el trabajo en grupo sobre la recreación ficticia de la organización de un centro de secundaria.


Una vez se hubieron repartido los diferentes roles entre los participantes de mi grupo se acordó poner el nombre de IES Estrella. Después decidimos de primeras que sería un centro público. Este punto me parecía especialmente importante, ya que según creo, condicionaría de manera muy determinante las decisiones que tendíamos que tomar más adelante, sobre todo en qué aspectos tendíamos que hacer más hincapié para atraer la atención de padres y futuros alumnos. En cuanto a la definición de educación, llegamos a consenso rápidamente, con algún que otro matiz añadido a posteriori:


“Proceso continuo de aprendizaje y perfeccionamiento social e intelectual adaptado al medio en el que opera el individuo”.


Es una definición que, a mi juicio, está bastante equilibrada para el tiempo que la dedicamos. Después de esto tocó abordar el tema de los valores que quería transmitir el centro, lo cual se convirtió en un proceso nada fácil, con grandes desacuerdos y algo farragoso. Uno de los conceptos más problemáticos fue el de tolerancia, puesto que hubo opiniones que apuntaban a que la tolerancia podía significar pasividad en el caso de producirse una injusticia. También el concepto de respeto fue muy discutido más o menos por los mismos motivos que el anterior. Esto causó un debate con numerosos ejemplos que ocupó buena parte del tiempo que le dedicamos al ejercicio. Finalmente acordamos que los valores que quería promocionar el centro serían:


  • Pensamiento crítico.
  • Perseverancia.
  • Autonomía.
  • Responsabilidad.
  • Implicación – iniciativa.
  • Desarrollo personal.

En este proceso llegamos a la conclusión de que las opiniones eran demasiado diversas y producirían un debate constante si no se fijaban unos puntos mínimos de acuerdo. Con ello decidimos que el centro tendría unos valores orientados más al convencimiento de los padres que al de los alumnos y queríamos contar con más autonomía que la que nos proporcionara el ser un centro del Estado, con lo que al final resolvimos cambiar el centro de público a privado. En nuestro caso, yo creo que nos hubiera hecho falta más tiempo para encontrar los puntos comunes en los que desarrollar las ideas, ya que finalmente nos encaminamos más hacia hacer el proceso más práctico que a encontrar los puntos realmente convincentes.


El IES Zorrilla: así es el instituto de Sáenz de Santamaría y Soraya  Rodríguez

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