Tarea 15 - El tutor ideal

 

 Buenos días, hoy voy a compartir con vosotros una reflexión sobre cómo debería ser el tutor ideal. Por supuesto, se trata de mi opinión personal, a vosotros seguramente se os ocurrirán aspectos que a mí no se me han pasado por la cabeza o rebatiréis alguno de mis puntos.

El tutor debe ser una persona empática, pero tiene que saber cuándo y con quién aplicarla. Es decir, debe ser una persona lógica, que comprenda las necesidades del alumno y sus emociones, pero no se deje llevar por ellas. También es importante que la constancia sea uno de sus rasgos definitorios, ya que debe acompañar al alumno durante todo el año en uno de los años más importantes de su vida y que moldeará su forma de ver el mundo. Resulta útil que uno de sus rasgos sea la planificación y la conciliación para coordinar y llegar a acuerdos con el profesorado y a los alumnos a su cargo. Debe tratar de ser justo ante los conflictos que se pueden presentar entre los alumnos o entre docentes y alumnos y ser un mediador capacitado para hacerse cargo de esas situaciones. Por último, creo que ser previsor para actuar con anticipación ante los futuros problemas que pudieran surgir sería un rasgo muy deseable.

En definitiva, el tutor ideal debería poder enfrentarse con solvencia a todas las posibles situaciones que se le generarán en el aula. Por ello es importante que sea una pieza central en la orientación del alumno, una ayuda para los docentes y un gestor de las relaciones entre ambas partes.