Tarea 17 - La escuela del futuro
Hola ¿Qué tal lo lleváis? Hoy me gustaría expresar mi opinión sobre algunos de los aspectos del artículo de El País Semanal sobre los futuros alumnos y las futuras escuelas que ha subido nuestro profesor al blog. El artículo es un ejercicio especulativo de ciencia-ficción en el que se nos plantea cómo será la educación dentro de 14 años.
Primeramente nos
exponen que las generaciones venideras son pioneros autodidactas y que manejan
a la vez tres o cuatro pantallas, que miran tutoriales en YouTube habitualmente…
Que nacen con el manejo del internet, básicamente. Ante esto tengo que expresar
la impresión que he recibido viendo cómo utilizan las tecnologías niños y
adolescentes de muy diversas edades. He llegado a una sencilla conclusión: si
les interesa lo que están buscando son capaces de lo mejor, si no, son
incapaces de utilizar el internet de manera mínimamente provechosa. Básicamente
tienen toda la información del mundo a su disposición, pero no se salen de una
pequeña parcela delimitada por sus gustos personales, a la que contribuye el “efecto
burbuja” que provocan las redes sociales filtrando la información del agrado del
usuario y apartándole de todo lo demás que hay en la red. Lo que quiero indicar
es que internet es como cualquier otra herramienta a efectos de ejecución, es
hasta cierto punto intuitiva, pero si no se enseña a utilizar correctamente, no
se le puede sacar partido por mucho que se use.
A continuación nos
presenta las clases como semipresenciales. Con el Covid hemos podido comprobar
la inefectividad de las clases no presenciales. El factor humano es
indispensable. Además plantea que las clases son 24 horas 7 días a la semana
porque las asignaturas son fluidas: a esto simplemente no le encuentro el
sentido. Parece que queremos liberar a los muchachos de la responsabilidad de
aprender. Encima quiere hacer que los padres en ocasiones vayan al colegio con
los niños, como si ellos no tuvieran cosas más urgentes que hacer en un mundo
que tiende a la vida frenética, a la ansiedad y al trabajo precario. Eso sí que
es estar 24/7, pero con presión real. La serie de medidas tecnológicas de
medición que expone a continuación, aparte de aparecer en las mejores películas
de Hollywood, en caso de ser reales tendrían que tener una regulación
fortísima. En la actualidad ya existen verdaderos debates enconados sobre las
violaciones de derechos en cuestión y de mercadeo de información que circula
por internet como para alimentar de una manera tan irresponsable esto. La
libertad de las personas de no estar sometidas a un control tecnológico
constante debe ser un derecho irrenunciable en el futuro.
Hay una frase que me
horroriza especialmente “Los papás que estudiaron latín ven cómo sus hijos
estudian código, el nuevo idioma universal, que a diferencia del latín es una
legua viva”. O sea que para dirimir la utilidad de una lengua tenemos que tener
en cuenta si está viva o muerta. Parece mentira que el periodista sea de una carrera
de letras y le pegue una puñalada trapera tal al latín. El latín, ese idioma
que no explica nada del mundo actual, y mucho menos del futuro en el que nos
quieren situar en el artículo. Esto lo único que deja claro es la falta de
nivel del periodismo en este país, amén de la pátina de utilitarismo que tiene
la gente cada vez que aparece la palabra “estudios”. Y una cosa más, un código
no es un idioma. Si el señor Carlos Manuel Sánchez supiera lo que es un idioma,
no tendría que estar haciendo esta aclaración tan rematadamente básica.
Si hablara de lo que
queda del resto del artículo, me extendería demasiado porque es una auténtica
astracanada. Así que lo voy a dejar aquí, que tampoco quiero aburrir al
personal y tengo que seguir estudiando. Felices exámenes a todos.
😃😃😃😃😃
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